¿Quien soy?

Me defino como un hombre inquieto, con sed de conversaciones profundas y de momentos que dejen huella. He vivido en la calma del mar y en el bullicio de la ciudad; en ambos mundos he encontrado aprendizajes que me han moldeado. Mis principios —la amistad, la mentalidad de crecimiento, la transparencia, la congruencia y la lealtad— guían cada paso que doy.

Por más de 20 años, he estado en la construcción de flujos y diagramas, inmerso en el mundo de los procesos organizacionales. Pero en 2006, en mi Venezuela natal, viví un momento que marcó un antes y un después: me convertí en gerente por primera vez. Allí descubrí algo que ningún manual me había enseñado… la magia de conectar con las personas desde lo humano.

En 2018, ya en Ciudad de México, el camino me llevó a diseñar, implementar y liderar un centro de servicios. Fue entonces cuando entendí que detrás de cada proceso late algo más profundo: la experiencia de quienes los viven. Allí encontré la parte más hermosa de mi profesión… la humanización de los procesos.

Hoy sé que mi verdadera vocación está en tejer un puente entre la eficiencia y la emoción, entre la estructura y la empatía… lo que muchos llaman la experiencia del cliente, y yo llamo la esencia de servir.

En lo personal, nací en Caracas, Venezuela, y viví allí más de cuatro décadas hasta que la vida me llevó a migrar a México en 2018. No fue un viaje fácil: dejé atrás mi hogar, mis raíces, mi historia, y ser que ya no existe… Llegué con el corazón dolido, pero también con una determinación nueva. Tanto así, que me animé a romper un miedo de toda la vida y tatuarme un lobo en mi hombro derecho. Ese lobo, marcado con 17 agujas, simboliza mi fuerza, mi instinto y la resiliencia que me acompaña desde entonces.

Mi historia está hecha de contrastes: la dureza de una infancia marcada por retos emocionales y la luz de personas que creyeron en mí; la disciplina de los procesos y la libertad de los caminos abiertos; la soledad de la migración y la calidez de los nuevos afectos. Todos esos matices me han enseñado que siempre hay oportunidad de cambiar, que el destino no está escrito, y que incluso de las caídas más duras se puede volver a levantar.

Este blog es mi forma de acompañarte en el viaje más importante de tu vida: el viaje del alma. Aquí comparto reflexiones, aprendizajes y experiencias para que recuerdes que no estás solo, que cada día es una oportunidad para evolucionar y que tu historia, como la mía, puede reinventarse una y otra vez.

Si me recuerdas algún día, quiero que sea como la persona que compartió su historia y que, de alguna manera, caminó junto a ti cuando más lo necesitabas.

Mi nombre es Mauro,  creo profundamente en que somos energía y que las casualidades no existen… que si nos conocemos, si coincidimos, es por algo y si tu estas leyendo esto en estos momentos, también es por algo…

Bienvenido al camino del lobo solitario 🐺